Resulta que a Adryan Booker le gusta la disciplina. Tiene ideas sobre cómo debo comportarme y cómo asegurarme de que cumpla con todas sus expectativas. Ideas que incluyen tenerme sobre su escritorio, mi trasero expuesto, haciéndome suplicar piedad.
Él es una visión de perfección: alto, moreno, magnético y seguro en cada área de su vida profesional.
Pero a medida que aprendo lo que significa acercarme a un hombre como Adryan, descubro que tiene secretos oscuros que viven dentro de él.
Un pasado que podría destruirnos a los dos si lo dejamos. Necesidades que no se pueden controlar ni negar.
Y muros tan altos que han resultado impenetrables.
Al final, solo me queda una pregunta real. ¿Es la disciplina lo que ama o es a mí?
Mil gracias a GOR!
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