Le gusta la rutina y ser capaz de mantener su mundo en calma mientras el caos lo rodea.
Cada mañana, Kinsley Alexander puede mirar el reloj y saber que cuando suene el próximo timbre sobre la puerta, será Luke.
Kinsley cree que Luke Drake es un idiota. No tiene tiempo para el mundo que lo rodea y está segura de que su posesión más preciada es su teléfono. O está pegado a su oreja, o sus pulgares se mueven a un millón de kilómetros por minuto a través de la pantalla.
Por casualidad, decide escribir pequeños mensajes en su taza. Tal vez eso le haga tomar aire y disfrutar de la vida. Si alguien necesita eso, es Luke.
Cuando eso no parece funcionar, se anima a hablar con Luke.
Por fin, Luke ve algo más que su teléfono. Lo que ve es una belleza tan increíble que lo deja sin aliento.
Lo que ve es Kinsley y no la deja escapar.
Ella está destinada a ser suya.
Mil gracias a LBDC!
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