El mundo conoce al notorio Kevlar Killer, pero pocos han visto lo que hay debajo de su armadura. El niño maltratado. El adolescente olvidado. El hombre roto. Siempre hizo lo que tenía que hacer para sobrevivir.
Es matar o morir.
A lo largo de su vida ha estado ahí en las sombras, testigo de todo de principio a fin. Atado por la lealtad y el honor, solo hay una cosa por la que lo sacrificaría todo: la familia.
Nunca te acerques. Nunca te apegues. Es una lección que le han inculcado brutalmente desde la infancia, pero son palabras que los DeMarco le dificultan seguir. A través de ellos encuentra el amor y sufre la pérdida, dándose cuenta de que el mundo no es tan blanco y negro como parece.
Mil gracias a GLO!
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