Dos veces mi vida se ha visto alterada por la elección de otra persona.
La primera vez tenía diez años; cuando mi madre se casó nos mudó a un mejor vecindario, lo que significó que tuve que dejar atrás todo y a todos los que amaba.
La segunda vez fue seis años después; cuando alguien tomó la decisión de conducir en lugar de llamar a un taxi, mi vida cambió una vez más y tuve que regresar al lugar de donde me fui. Harley siempre había sido un mal vecindario, pero las cosas habían empeorado mucho.
Nadie debería caminar solo por las calles después del anochecer, y las pandillas dominaban todo, incluso las aulas.
Luego estaban ellos; Vail, Lee y Shaw.
Los tres chicos con los que crecí. Lloré por ellos durante días después de que nos mudamos, la pérdida que sentí solo se vio ensombrecida por el conocimiento de que no me querían allí.
Érase una vez que trataron de protegerme de las penurias de nuestro vecindario. Ahora son las penurias.
Pero como decía la canción de cuna que solíamos cantar, eventualmente: todos caemos.
Mil gracias a HOB!
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