Barba... comprobado.
Alfa... ¡demonios, sí!
La mayor bestia de la montaña está a punto de romper todas sus reglas por la mujer que desea.
En mi vida anterior me llamaban Beast, rebelde, monstruo. Voy a ser honesto, me gané mis brutales apodos de la manera más dura y me embolsé miles de millones en el proceso. Pero lo que no soy es el salvador de alguien.
Ahora me hago llamar Sawyer Becker. El dueño de Rust Nail bar.
Entonces la conocí. Trinity Douglas: ángel, ladrona y mi infierno personal en la Tierra.
En Wild Ridge Mountain, la camarera explosiva de labios suaves, ojos verdes más bonitos y curvas más sexys es una tentación que ningún santo o mortal puede ignorar. También es una mujer con un secreto propio.
Dicen que cuando dos almas afines se encuentran por primera vez es que el Universo une sus energías. Todo lo que sé es que ella hace que un hombre duro como yo desee lo que no puedo tener.
Hasta ahora, me he mantenido alejado, pero cuando ella se desliza detrás de mí barra y en mis brazos, un sabor de sus dulces labios rompe mi férreo autocontrol. Y tomo lo que quiero.
Ella abre mi mundo de par en par y la bestia que hay dentro de mí ruge. Reclamo cada centímetro de su cuerpo y ella me reclama a mí. Solo espero que mi pasado secreto no nos separe.
La mayor bestia de la montaña está a punto de romper todas sus reglas por la mujer que desea.
En mi vida anterior me llamaban Beast, rebelde, monstruo. Voy a ser honesto, me gané mis brutales apodos de la manera más dura y me embolsé miles de millones en el proceso. Pero lo que no soy es el salvador de alguien.
Ahora me hago llamar Sawyer Becker. El dueño de Rust Nail bar.
Entonces la conocí. Trinity Douglas: ángel, ladrona y mi infierno personal en la Tierra.
En Wild Ridge Mountain, la camarera explosiva de labios suaves, ojos verdes más bonitos y curvas más sexys es una tentación que ningún santo o mortal puede ignorar. También es una mujer con un secreto propio.
Dicen que cuando dos almas afines se encuentran por primera vez es que el Universo une sus energías. Todo lo que sé es que ella hace que un hombre duro como yo desee lo que no puedo tener.
Hasta ahora, me he mantenido alejado, pero cuando ella se desliza detrás de mí barra y en mis brazos, un sabor de sus dulces labios rompe mi férreo autocontrol. Y tomo lo que quiero.
Ella abre mi mundo de par en par y la bestia que hay dentro de mí ruge. Reclamo cada centímetro de su cuerpo y ella me reclama a mí. Solo espero que mi pasado secreto no nos separe.
Mil gracias a S!
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