Haría cualquier cosa para encontrar a su hija, incluso hacer un trato con una bestia.
Leia no quiere tener nada que ver con los extraterrestres que invadieron la Tierra. Son criaturas poderosas y peligrosas que son una amenaza para todos los humanos supervivientes, especialmente para las mujeres como ella.
Cuando los invasores extraterrestres se llevan a su hija, ella solo tiene una oportunidad de volver a verla. Encontrar a uno de los alienígenas y ofrecerle un trato.
Nunca esperó que la bestia que encontró sería el guardaespaldas personal del nuevo Superintendente. Y ella nunca imaginó lo que sucedería cuando aceptó ser reclamada por un guerrero alienígena llamado Var...
Llegó a este planeta como un conquistador, solo para encontrar a una mujer que lo puso de rodillas.
Las órdenes de Var eran sencillas. Enfréntate a un guerrero rebelde y protege a los habitantes de una aldea humana. Luego ella corrió a la vista...
Leia no es como ninguna mujer que haya visto. Ella lo desafía y lo confunde, pero no hay duda de lo qué es ella... suya.
2º RATH
Él es todo lo que ella sabe que hay que temer... pero el guerrero alienígena es su única oportunidad de sobrevivir.
Herida, perdida y sola, Savannah está en un punto de ruptura cuando finalmente llega la ayuda. Su nombre es Rath, y es uno de los enemigos... solo que no actúa como tal. Es sexy, gentil y su toque la hace sentir un dolor por cosas que nunca antes había querido...
Es una de las bestias que conquistó la Tierra, un alienígena peligroso al servicio de un Superintendente cruel y poderoso. Si él la reclama, lo perderá todo. Entonces, ¿por qué anhela su toque?
Atrapar a su compañera fue la parte fácil... mantenerla será la pelea de su vida.
Cuando Rath descubre una rara mujer escondida en los páramos, sabe que tiene que salvarla. Ella es débil, está herida y suya... incluso si ella aún no lo sabe.
La ley dice que no puede reclamarla. Sus enemigos la quieren para ellos. Las reglas no impedirán que Rath reclame a su pareja, y ningún enemigo sobrevivirá si intentan arrebatársela.
Mil gracias a V!
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