Las violetas son azules.
Vine a robar diamantes.
Pero ahora también la robo a ella...
He pasado mi vida tomando lo que quiero, incluso si no me pertenece. Robar los infames diamantes de Whistler se supone que es mi último trabajo antes de poder retirarme rico más allá de la imaginación, y he planeado todo...
Todo excepto ella.
Valentine es como nada que haya conocido antes. Buena, joven, dulce y seductora, con curvas y una inocencia mucho más tentadora que cualquier bóveda o arte sin precio. No había planeado tenerla, y seguro que no había planeado que los diamantes que debo robar estuvieran colgados de su cuello.
...Así que me la llevo a ella también.
Pero cuando pongo mis manos en la hermosa y pequeña burlona que se retuerce contra mí, con una probada de esa boca descarada, estoy perdido. ¿Y cuando descubro que nunca la han tocado?
Bueno, eso es algo más que voy a robar también.
Sé que ella está fuera de los límites. Sé que esto rompe cada una de mis reglas. Sé que no me importa nada de eso.
Reclamarla va a ser el pecado más dulce. Pero robar su corazón va a ser el mayor atraco que este ladrón haya hecho jamás...
Mil gracias a E!
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