En mi defensa, no sabía que Jace era el nuevo dueño de la compañía para la que trabajaba.
Sólo era un multimillonario sexy que conocí en una cafetería.
Uno con el que quería explorar una relación, y de paso poner celosa a más de una.
Pero por supuesto, nada salió como esperaba y acabé embarazada.
Acostarse con el jefe ya era bastante escandaloso.
Pero, ¿esperar un hijo suyo?
Definitivamente, estoy en un buen lio.
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