Le habían puesto una capucha sobre la cabeza. Había sido secuestrada a punta de cuchillo.
Después del viaje a ninguna parte, en el que rara vez escuchaba nada más que un comentario murmurado ocasional que normalmente era demasiado apagado como para oírlo a través del capó, la sacaron a toda prisa del coche y luego la sacaron a pasear durante unos minutos.
Oyó que se abría una puerta y luego fue trasladada a algún lugar, bajó unas escaleras y luego se sentó en una silla dura, donde sus muñecas y pies fueron atados.
Luego la dejaron sola...
Mil gracias a MMDF!
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