Es el tipo de chico que nunca me presta atención.
Morenas y guapas, las mujeres prácticamente se lanzan a Lane.
Pero soy yo, sus ojos me siguen en el club... y más allá.
Parece estar en todas partes donde estoy.
Ya sea que esté en casa o en el trabajo en el bufete de abogados, puedo sentir su mirada recorriéndome.
No puede ser una coincidencia.
Probablemente debería estar preocupada.
Tengo miedo de que este hombre pudiera ser un acosador.
Sin embargo, no es el miedo lo que inunda mi cuerpo cuando me mira.
Es lujuria.
Y cuando finalmente admite lo que quiere... no hay forma de detener lo inevitable.
Ni negar lo que me da.
Solo que somos de dos mundos muy diferentes.
Unos que podrían separarnos.
Pero por él estoy lista para caer peleando.
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